Vuelo en globo aerostático para pasajeros

Hay muchas maneras de conocer un lugar: paseando, en barco a través de sus canales, disfrutando de sus calas y… ¡desde el aire! Hoy nos detenemos en una experiencia poco común pero que supone un gran disfrute para los sentidos: el vuelo en globo para pasajeros.

Ricardo Aracil lleva a sus espaldas más de 4000 horas de vuelo, es subcampeón de España y quedó en 6ª posición en el Campeonato del Mundo de Dubai en 2015.

Cuando mantienes una conversación con él hay dos cosas que percibes rápidamente: su pasión por el vuelo en globo aerostático y que su cabeza siempre está pensando en el siguiente paso que va a dar. Tan es así, que él mismo se define como “un comercial de los vuelos aéreos, un deportista de los vuelos aéreos en globo pero, por otro lado, un inventor de proyectos”. El próximo que tiene en mente: que Mallorca albergue un Campeonato Mundial Femenino de vuelo en globo aerostático.

Pionero del vuelo en globo para pasajeros

En la mayoría de casos de pequeñas empresas que realizan actividades al aire libre, la historia comienza con un hobbie que se terminó convirtiendo en una forma de vida. El caso de Ricardo es el contrario. “Esto empezó como un proyecto comercial en el año 1987. En Mallorca ya se había inventado todo. Empecé a pensar, pensé en excursiones diversas y se me ocurrió algo aéreo”.

 Intentó traer pilotos nacionales o extranjeros para hacer excursiones con pasajeros, pero los pocos que había le dijeron que no, que eso no se hacía. Y, como a este piloto hay pocas cosas que la paren además de una meteorología adversa,  decidió formarse él mismo y se convirtió en la primera persona en realizar excursiones en globo para pasajeros con su empresa Mallorca Ballons.

Aunque su empresa realiza vuelos en Mallorca, Ricardo ha recorrido ya más de medio mundo volando en globo. África, Japón, Rusia, Dubai son solo algunos de los países que ha podido descubrir desde el aire, en los que ha vivido grandes historias y recibido el cariño de sus habitantes.

Objetivo: que el cliente repita

Ricardo tiene clara una consigna: “si la gente no repite, es que hemos fracasado en algo”. Y, aunque es consciente de que no es una excursión que se haga una vez al año puesto que es algo costosa, se enorgullece de “que haya clientes que nos hayan visto crecer y envejecer”.

Y esto, ¿cómo se consigue? Ricardo nos da algunas claves:

  • Que la gente se involucre en la actividad. “Nosotros intentamos que la gente que viene a la excursión sienta la misma pasión que nosotros” para lo que es necesario que vivan la experiencia al completo y  les involucran voluntariamente en todo: cómo se monta, cómo se pone el quemador, por qué se pone la lona, el piloto les explica por qué vuela, cómo se infla, nociones de seguridad…
  • Volar en las mejores horas, es decir, al amanecer.
  • Condiciones meteorológicas perfectas ya que, si el cliente sufre en mal vuelo, resulta casi imposible que quiera hacerlo de nuevo.

 

«El vuelo dura una hora, aunque lo recuerdas toda la vida»

Ricardo Aracil

 

Seguridad en el aire

Asegura que una de las claves de su éxito está en saber decirle al cliente cuándo se puede volar y cuándo no. Ricardo tiene claro que prefiere tener que retrasar un vuelo o devolver el dinero antes de volar si la meteorología no les da un 100% de seguridad.

“No puede haber niebla, ni viento, ni riesgo de lluvias… Tiene que haber buena visibilidad. Tiene que estar garantizado que el día tiene que ser perfecto. Si no es así,  hay que aplazarlo a otra fecha”, afirma Ricardo.

Pero, además del tiempo, ¿cuáles son los otros puntos clave de la seguridad en el vuelo?

  1. La calidad de sus pilotos. Hacen frecuentemente cursos y formaciones. Además Ricardo confía totalmente en ellos y en su criterio. Ellos tienen una ley interna que dice que “si uno de los pilotos dice que él no va a volar, cancelamos todos”.
  2. Los globos. Deben pasar la ITV, inspecciones, se les mide la porosidad, que los cables y las cestas estén en condiciones, etc. Los globos tienen una vida determinada entre los 10 y los 15 años, pero Ricardo prefiere darlos de baja a los 10 años.
  3. Instrumentos que llevan en el vuelo: navaja, guantes, mechero, manta ignífuga, botiquín, GPS, altímetro, barómetro, tablet con mapa que les sitúa al momento…

La historia de Ricardo es la de “un pequeño loco” que invirtió “todo el dinero que tenía en comprar un globo, un coche y un remolque”. Hoy, 30 años y mucho trabajo después, le han copiado más de mil empresas en toda Europa.

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